Reseña de Star Wars: The Last Jedi: Enciende la llama

DISCLAIMER: Estamos tratando lo más humanamente posible de no decir absolutamente nada de momentos claves para aquellas personas que no la han visto y quieren entrar con ojos vírgenes.

   ¡Se acabó la espera! Luego de dos años largos de haber estrenado The Force Awakens, Lucasfilm lanza The Last Jedi, la segunda entrega de la nueva trilogía de Star Wars. Nos hemos atrasado en escribir esta reseña porque queríamos darnos tiempo en analizar lo que de verdad pensamos sobre ella (lo que todo el mundo debió haber hecho después de The Phantom Menace) y especialmente lo que podemos decir y no decir sobre ella. Lo que sí podemos decir de antemano es que la Fuerza acompaña esta película.

   (Para aquellos que no quieren saber del trama general salten al próximo párrafo. Pero este resumen es bastante general.)

    Dirigida y escrita por Rian Johnson, quién sustituye a JJ Abrams, la película empieza justo después del episodio anterior y tiene los tres siguientes tramas:

• Rey (Daisy Ridley) quiere ser entrenada bajo Luke (Mark Hamill), algo que este se niega a hacer.
• Poe (Oscar Isaac), Finn (John Boyega) y Rose (Kelly Marie Tran) tienen encontronazos con las líderes de la Resistencia por tratar de preservar los restos de la flota con la Primera Orden avanzando hacia ellos.
• Kylo Ren (Adam Driver) se encuentra en conflicto consigo mismo por lo que hizo en The Force Awakens.

   (Ya pueden volver a leer)

Lo bueno

Rian Johnson: Esta es una película de Rian Johnson disfrazada de Star Wars sin perder la escencia de lo que hace a la franquicia tan especial para muchos. Mientras que The Force Awakens tuvo la tarea hercúlea de traer rejuvenecer Star Wars para una nueva generación, complacer a los fanáticos que crecieron viendo las originales y odiaron las precuelas al igual que mezclar los personajes nuevos con nuestros héroes de la infancia, Johnson siempre está tratando de privarle a la audiencia de la sábana de seguridad de reconocer callbacks y paralelos a la trilogía original. Él se siente ansioso por subvertir nuestras expectativas, desafiar los arquetipos en los que se fundó la serie y tomar medidas audaces para establecer un nuevo concepto de lo que una película de Star Wars podría ser.

Mark Hamill: Si hay alguien que podríamos catalogar como el MVP de la octava entrega, es Mark Hamill. The Force Awakens fue parcialmente construida como un escaparate para Han Solo, y esta nueva película hace lo mismo para Luke Skywalker: recordarle a la audiencia todo lo que amamos de él y al mismo tiempo desafiar nuestra percepción principal. Hamill trae con él el espíritu del héroe legendario y es una delicia volver a verlo en la pantalla grande.

El elenco completo: Apoyados por un material fuerte, cada miembro del elenco de Star Wars: The Last Jedi ofrece actuaciones dignas de la franquicia icónica. En el lado de los héroes vemos como Daisy Ridley sigue siendo un encanto como Rey, ambos Oscar Isaac y John Boyega le inyectan energía a la película, Carrie Fisher es la Leia que todos conocemos y amamos desde A New Hope (#EternamenteNuestraPrincesa). Del lado oscuro tenemos a Adam Driver dándole mucha profundidad a Kylo Ren, Andy Serkis siendo increíblemente tenebroso como Supreme Leader Snoke (y unos efectos especiales increíbles para este personaje ya que fue motion capture tipo Gollum en The Lord of the Rings y Caesar en Planet of the Apes)  y el Hux de Domhnall Gleeson súper amenazante. Entre los nuevos, Kelly Marie Tran es muy tierna en su papel de Rose, Laura Dern causa un impacto y Benicio del Toro, aunque nos tuvimos que acostumbrar a su rol porque es bastante ecceéntrico, lo hace muy bien haciendo de un personaje que de verdad no sabes de que lado está. Todos traen algo a la mesa que hace a sus personajes mucho más complejos de lo que pensamos que eran y que rompe los arquetipos establecidos como la base de esta franquicia desde el 1977.

“No va a seguir tu forma de pensar”: Luke lo prometió en el último trailer y la película no rompe su promesa. Justo cuando piensas que la película va a ir por un camino, la película toma otro. En muchas películas ya uno sabe lo que va a pasar de principio a fin. Sin embargo, The Last Jedi siempre tiene una sorpresa escondida para subvertir las expectativas de los fans. Esto hizo que tuviéramos el corazón latiendo a millón al igual que hacernos sentir como niños nuevamente viendo Star Wars por primera vez.

John freaking Williams: ¿Qué sería Star Wars sin el maestro? No entendemos cómo, pero Williams, a los 85 años de edad, sigue dando cátedra con su banda sonora. Esta no es necesariamente su mejor composición dentro de la franquicia (esto se lo lleva Empire seguido la original), pero está entre las mejores. Sus composiciones son parte de la historia, en el sentido que no manipula tus sentimientos al ser tejido con un toque delicado sin problemas. John Williams es parte de la tradición de la franquicia. Si esta es la última vez que este compone una película de Star Wars debido a su edad, fue un honor haber escuchado sus creaciones tanto para esta franquicia al igual que sus otras obras maestras (Superman, Jaws, Indiana Jones, E.T, Harry Potter, Close Encounters, entre otras).

El futuro de la franquicia: Al subvertir nuestras expectativas cada minuto, la película subvierte lo que esperamos para Episodio IX al igual que las antologías tipo Rogue One. Es emocionante no ver hacia dónde va esta nave. Lo único que pedimos es que siga brindando las complejidades de cada personaje y siga zigzaguiando para hacernos sentir como si tuviésemos 7 años de nuevo.

Lo malo

Canto Bight: Aunque el planeta y sus habitantes son interesantes ya que es algo que nunca habíamos visto antes. Pero esta parte de la historia nunca se siente particularmente inspirada o impactante como todo lo demás. Si bien está diseñado para encajar con los temas más amplios de la película, presenta sus propios giros de expectativa, y finalmente tiene un impacto clave en la macroescala, también es la única parte de la película que se puede prescindir, y no ayuda que presenta los efectos visuales más débiles de la producción (especialmente durante una secuencia de persecución en el segundo acto).

El ritmo de la película: La película es la más larga de la saga hasta el momento con 2 horas y media de duración y a veces se siente. Esto es debido a escenas como Canto Bight donde se siente que los personajes no están progresando porque hay una mini misión entre medio. En comparación a Force Awakens, que prácticamente se sintió como si no puedes respirar porque se mueve ligeramente, The Last Jedi toma su dulce tiempo en avanzar. Si le cortabas como 10 minutos a la película, hubiese sido mucho más ligera y no nos desesperaba tanto.

   En conclusión, la fuerza acompaña a esta película. Rian Johnson trae el sabor de sus películas a una galaxia muy, muy lejana sin perder la escencia de lo que vino antes. El zigzaguéo de la trama nos tuvo al borde del asiento y nos recuerda el por qué amamos esta franquicia tanto: personajes memorables, una historia que tiene un corazón propio, efectos especiales que realmente son especiales (excepto la escena de persecución que hablamos anteriormente), música magistral, acción impecable, entre otras cosas. No es una película perfecta pero no podemos esperar a volver a verla para poder disfrutarla de principio a fin.

Rating: A-

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